La noche anuncia nuestra llegada,
10 horas después por fin llegamos a la habana,
esta nublado y hace fresquito,
momento ideal para probar ya el mojito.
Primer día en la perla del Caribe,
mulatas por la calle hacen que me anime,
a lo lejos, la habana vieja asoma por los escalones,
el aroma a azúcar de caña inunda todos los rincones,
el transcurrir de prostitutas es incesante,
aquí haces la vista gorda no es verdad mi comandante?
Vamos para varadero al jolgorio, ya lo sé,
pero no olvidarse del capitolio y de la silueta del ché,
en el trayecto paramos a medias,
demostrándonos que la salsa se lleva en las venas,
comparar sus playas con las nuestras sería una crueldad,
quizás lleguemos a 1 trato y las cambiemos por un poco de libertad.
Pero hablar de política no es el tema,
tampoco lo es bajo el sol ponerme crema,
era un homenaje a la langosta,manjar de dioses como yahvé,
que pasa soy pobre, la probaba por primera vez.
Son historias de varadero de primera, que esconden pulseras,
que traen borracheras bajo palmeras,
aquí no hay quien no se anime,
somos estudiantes inundados por el mar Caribe.
Me he acordado de las clases de constitucional,
bebiendo en el catamáran sintiendo en el pecho el aire del mar,
he sentido angustia por no estudiar, incluso pena,
estando tumbado con un mojito viendo monumentos sobre la arena.
Pero como acabar esto de forma decente ,pudiendo sacar pecho,
esto no hubiese sido posible sin mi gente de derecho.
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